lunes, 25 de febrero de 2008

Amigos son los amigos

El pase de Borocotó del PRO al kirchnerismo, (inmediatamente después de obtener una banca en la legislatura), fue una estafa hacia sus votantes que ahora repite Lavagna.
Apenas cuatro meses después que 3.200.000 personas lo votaron para oponerse a Kirchner, el ex ministro acordó con el ex presidente su vuelta al PJ, supuestamente con el cargo de vicepresidente. Fue acercado de la mano de Pampuro con el guiño de Duhalde.
Son dos estafadores. Lavagna por cambiar de disfraz y Kirchner por facilitarle la vestimenta. Se burlan de los ciudadanos que ven como devalúan e inutilizan su voto. A partir del momento en que la boleta entra en la urna, comienza a sufrir una extraña metamorfosis: en el escrutinio se cuenta para un partido, pasado un tiempo, se cuenta para otro.

“Se aman, se pelean, se vuelven a amar…”

Lavagna fue ministro de Duhalde. Se fue con K en el 2003. Pasados dos años en Economía se negó a hacer campaña por los candidatos del oficialismo, enfrentados con su amigo Duhalde. Después se hizo anti-K. Finalmente, se alió con la UCR anti-K de Alfonsín, Moreau y otros. Justo en la vereda de enfrente del kirchnerismo y el PJ.
La expectativa es que el pase incentive a los que acompañaron a Lavagna en las elecciones a seguir sus pasos y que los radicales sin partido fijo, como el vicepresidente Cobos, se vean tentados a entrar al PJ. Scioli aplaudió la llegada del ex ministro, pero aspiraba al cargo que aquel ocuparía.
El caradurismo de los involucrados no tiene límite. Pampuro dijo: “Nunca hubo un alejamiento…”. Lavagna afirmó: “No hay reconciliación porque nunca hubo pelea…” Obvian el detalle que K y Lavagna se presentaron en listas contrapuestas.
En el camino de intentar reconstruir el PJ, la incorporación tiene como fines: restar posibilidades a cualquier acercamiento a Lavagna de otros dirigentes en la disputa interna, dar la imagen de un PJ con estructura integradora, sin principios férreos y guiado por el pragmatismo y acercar a un sector de clase media que en las grandes ciudades no votó a Cristina.

Una oposición limitada

Hay radicales para todos los gustos: los que siguen en su partido, los que
se fueron, los pro y los anti-K, los pro y anti-Carrió,etc. Una bolsa de gatos. Por su lado, Carrió dijo: “…quiero hablar con lo mejor del radicalismo…” Para ella lo mejor es el gorila Olivera, hijo predilecto de De la Rúa, que la acompaña. Y mejor aún para ella hubiera sido ligarse a otro gorila radical, que la rechazó: López Murphy. También se ofreció a ayudar “…a los gobernantes que tienen una posición mínimamente distante del gobierno…” En esta categoría entra Macri. ¿Lo querrá ayudar a despedir trabajadores? ¿Será por eso que la Coalición Cívica apoyó la intervención de la Obra Social en la ciudad de Buenos Aires?

Son lo mismo

Las estafas, pases y acuerdos espurios, muestran cuan podrida está la política patronal argentina y le dan la razón a aquellos que repugnados le dan la espalda.
Son todos iguales, hoy están acá y mañana están allá. Y vuelven acá, cambiando cínicamente de disfraz. Todos son defensores del régimen institucional de los patrones y los ricos, al que pretenden revivir y además son fieles servidores del capitalismo y su política de hambre, entrega y miseria. Amigos, son los amigos.

Rubén Tzanoff

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