viernes, 18 de abril de 2008

Las medidas de Macri y lo que se viene

Ataque a la Educación Pública y a los docentes

La semana pasada nuestra diputada, la compañera Patricia Walsh (Nueva Izquierda), presentó en la Legislatura porteña un importante proyecto de ley para la prevención y detección precoz del cáncer en las mujeres. La acompañaron con su firma otras 16 diputadas de todos los bloques.

Macri arrancó su embestida contra la educación pública y pretende ir por más, ya que sus primeras medidas atentan contra la libertad de expresión de los maestros y contra la posibilidad de organización. A esto hay que sumarle la suspensión de las capacitaciones en servicio. Además, ya empezó a reformar el estatuto y a criminalizar la protesta. Medidas en cuanto a lo estrictamente escolar también hay: cantar el himno a Sarmiento en todos los actos escolares e impulsar que se charle sobre el paro del campo en las aulas. Para muestra, sólo hace falta un botón…
El 7 de abril se modificó el artículo 66 del Estatuto, mediante el decreto 243/08. Si bien el artículo es de relativa importancia, no debemos dejar pasar el hecho que mediante un decreto se alteren nuestros derechos, ya que se sienta un peligroso antecedente y la próxima vez las modificaciones podrían ser más graves.
Por otra parte, la Resolución 494824 de la Dirección General de Educación de Gestión Estatal, ordena que “ante cualquier requerimiento de ingreso al establecimiento educativo hecho por algún medio de comunicación masiva, el personal de la escuela debe contactar de inmediato la oficina de prensa del Ministerio de Educación”. Es decir, los maestros no podemos hablar más ante los medios. Si vienen a la escuela para averiguar sobre un techo que se cae o tiene goteras, debemos mandarlos al Ministerio, donde seguro les aclararán que están haciendo hermosas lagunas artificiales para armonizar el paisaje escolar… Las voces de maestros enojados en los medios, no más. ¿Libertad de expresión? ¿Qué es eso?
En ese sentido, el macrismo también empieza a criminalizar la protesta social. Según denunció la conducción de UTE. La Justicia Contravencional porteña abrió una causa contra Eduardo López, secretario general de ese gremio, por orden del gobierno de Macri. La explicación: «interrumpir el tránsito» durante una marcha realizada en enero pasado contra los despidos.
Otra resolución polémica es la del memo 403198, de la Subsecretaría de Inclusión Escolar y Coordinación Pedagógica. Nos impide a los docentes salir de la escuela para reunirnos con otros compañeros y deroga también las jornadas de reflexión. ¿Qué implica esto? Por un lado, ya no podremos salir de la escuela en horario de trabajo para ningún tipo de reunión gremial. Por otro, se suspende una importantísima instancia de reflexión entre pares a fin de mejorar la tarea educativa.
Ahora, si de mejorar la educación se trata, Macri y su ministro Mariano Narodowski tienen iniciativas interesantes: hacer que se cante el Himno a Sarmiento en todos los actos y hablar del conflicto del campo con los chicos. También tenemos la revista Plural que el Ministerio empezó a editar. Una revista educativa que se distribuye gratuitamente en las escuelas y que dice por ejemplo cómo una maestra puede enseñar a leer y escribir a todos sus alumnos en… ¡tres meses! Toda una concepción pedagógica: recetas mágicas para la formación de los chicos.
En igual sentido, el Ministerio de Educación, en pos de «mejorar» la formación docente, suspendió las capacitaciones en servicio. Esto quiere decir que si un maestro se quiere perfeccionar, luego de estar todo el día en la escuela debe ir otro lugar y poner las pocas energías que le quedan en esa tarea. Ya no existirá más la posibilidad de que los capacitadores estén con los docentes en las escuelas, porque según Narodowski “eso le quita horas al maestro en el aula, que es donde debe estar”. Si quieren que estemos en el aula, deberían garantizar un sueldo que nos permita tener un solo trabajo. Muchos docentes tenemos doble turno o dos escuelas; si además nos tenemos que capacitar por fuera y encima tenemos que hacer las planificaciones, necesitamos un día de 36 horas, no tener familia ni vida de ninguna clase. Y por supuesto que ni se nos ocurra invertir tiempo en organizarnos gremialmente.
Las primeras medidas de Macri son un claro reflejo de lo que intenta hacer con la educación pública. Sin embargo, esto no quiere decir que no lo podamos frenar. Debemos impulsar en los distritos y las escuelas la discusión y difusión de las políticas que están impulsando desde el Ministerio de Educación, así como buscar la mejor forma de organización para enfrentarlas. Empezando por desconocer en la práctica las políticas nefastas que intentan aplicar, pero también exigiéndole a UTE y los demás sindicatos de la Capital que se pongan a la cabeza de estos reclamos y rechacen las modificaciones y los ataques al estatuto con medidas concretas.

Federico Milman
Alternativa Docente

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