lunes, 7 de abril de 2008

Los pequeños productores lograron un primer triunfo

El conflicto que se dio a conocer cómo “gobierno vs. campo” adquirió una magnitud como hacía décadas no se veía. Con piquetes y contrapiquetes, movilizaciones a favor y en contra. Cacerolazos de apoyo y actos de repudio. Un gran debate se instaló en la sociedad con posiciones polarizadas. Honestos luchadores y personas alejadas de cualquier posición reaccionaria tuvieron, y tienen dudas sobre la posición a adoptar:¿Se enfrentaron los gorilas con un gobierno progresista del pueblo? ¿Fue el reclamo de la abundancia? ¿Fueron los cacerolazos de Videla? ¿Apoyar a los pequeños productores es apoyar a la oligarquía terrateniente? Los interrogantes son lícitos y comprensibles. Más aún teniendo en cuenta la intervención de un actor siniestro de la historia argentina: la oligarquía terrateniente, puñado de ricachones dueño de las tierras, el ganado y los alimentos; contrarrevolucionario y golpista. Su presencia en un reclamo es una amenaza concreta a los intereses de los trabajadores y el pueblo, de las ciudades y el campo.

Los conflictos largos y duros, que afectan los intereses de los sectores en pugna directa y tocan los de la población en general, provocan polarización social. En el marco de la actuación de actores e intereses variados y contrapuestos, hay que situar las dudas e interrogantes planteados.

¿Es cierto que los terratenientes son “el campo” y que controlaban el reclamo? No, desde los primeros días, se pudo ver que fueron ganando las rutas y la dirección de los cortes los pequeños y medianos productores, los chacareros «autoconvocados» realmente afectados por las medidas de gobierno. Ellos extendieron la medida discutiendo en asambleas y votando el paro por tiempo indeterminado. El campo, como la ciudad, también tiene clases sociales, no sólo la minoritaria y privilegiada oligarquía, sino también los absolutamente mayoritarios pequeños y medianos productores, chacareros, peones y trabajadores rurales. A ellos los apoyamos y no a la minoría terrateniente, como le reclamó al gobierno el autoconvocado Juan Echeverría en el acto final de Gualeguaychú «porque no les cobran mas a los 4000 mil mas grandes» resumiendo el sentir de miles de chacareros contra las mentiras de Cristina.

¿Sólo se podía estar con los gorilas golpistas o con “el gobierno popular”?
No. Nosotros no estamos con ninguno de los dos. Los de la Sociedad Rural y otros componentes representan los intereses de los grandes terratenientes, lo peor de la Argentina retrógrada y de derecha a quiénes enfrentamos. Por otro lado, este no es un gobierno popular. Es un gobierno de las clases dominantes, pro imperialista, que paga la deuda externa y se alinea con Bush. Cristina aclaró en sus discursos que está a favor que haya ricos y que hasta los desocupados paguen el IVA. Sólo quieren el capitalismo, que implica que la mayoría “popular” va a ser pobre y explotada.

Cada vez que hay un conflicto, los Kirchner, Fernández y los funcionarios eligen una excusa para volcar a la opinión pública en contra. Cuando salieron los piqueteros por planes y comida, decían: “Son los violentos de los palos y no quieren trabajar…” Cuando salieron los docentes dijeron: “que quieren, si ganan un sueldo privilegiado y no van a trabajar nunca”. Ahora dicen “es la oligarquía” y que quienes no están con el gobierno son todos gorilas. Otra mentira…y van.

¿Los que hicieron cacerolazos quieren el retorno de Videla?
. Entre la mayoría de los cacerolazos estaban los hijos de los pequeños y medianos productores que estudian en Buenos Aires, en base al tremendo esfuerzo de sus padres y estaban miles de vecinos de las ciudades y los pueblos hartos de la soberbia kirchnerista, de la inflación, del doble discurso y de los padecimientos que continúan con este gobierno. No se puede negar la presencia de gorilas, no sólo en los cacerolazos, son un sector de la sociedad argentina, muchos de los que votan a Macri y otros personajes. Esos sectores van a estar presentes siempre, tanto en las protestas del campo como de la ciudad pero no anulan el reclamo. El problema fundamental es que no logren arrastrar a la mayoría hacia sus posiciones, lo que sólo se puede lograr disputando con ellos, con una política para unir las reivindicaciones de los más perjudicados con los de la clase obrera en lucha.

¿Es cierto que Cristina está contra la oligarquía gorila?
Lamentablemente, esta es una de las mentiras más escandalosas escuchadas. Con éste gobierno los terratenientes y los pools, obtienen las ganancias más grandes de toda la historia. Con este gobierno los pequeños y medianos productores tienen una brecha grande con los poderosos. Son los Kirchner los que permiten que los terratenientes paguen menos impuestos que una humilde jubilada, Las medidas de las retenciones no son para poner en caja a la oligarquía terrateniente. En realidad engordan el superávit para pagar la deuda externa, favorecen la concentración de la tierra y perjudican a los productores más pequeños cuyos campos pueden terminar en manos de los grandes pools de siembra o comprados por los grandes terratenientes. Incluso los subsidios que el gobierno dice haber distribuido, lo hizo en realidad entre sus grandes empresas amigas como Sancor, Mastellone, aceiteras y faenadoras de pollo. El resto de productores pequeños y medianos, no vio un peso. Si de verdad estuvieran contra la oligarquía, tendrían que encarar una profunda reforma agraria, cosa que no se plantean ni remotamente.

¿Es verdad que el movimiento obrero y popular estaba enfrentado al campo? Cristina llamó a Moyano y su banda el movimiento obrero y a D‘Elía y los suyos el movimiento popular. Nada más alejado de la realidad, estos son la expresión organizada y patotera del “nuevo PJ”. Son la patota oficial, que recibió honores por sus servicios en el Acto de Parque Norte por haber intentado amedrentar a los que cortaban las rutas y haberle pegado a los que caceroleaban en Plaza de Mayo y el Obelisco. A 100 días de gobierno, las patotas ya son un signo distintivo de este gobierno.

¿Es cierto que el gobierno está preocupado por los alimentos para la población? Hay una gran oportunidad de demostrar quién dice la verdad. Vamos a ver cómo se resuelve el problema de los precios y el desabastecimiento. Si el gobierno quiere poner en caja a los ricachones, tiene que tomar medidas duras e inmediatas que nada tienen que ver con las bravuconadas desplegadas hasta hoy. A los oligarcas hay que aplicarles mano dura en serio, para aplastarlos económica y políticamente. Todo lo demás es verso y doble discurso K.

Finalmente y tras tanta mentira, el gobierno terminó reconociendo la existencia de los pequeños productores, que con su lucha obligaron a Cristina a ceder en medidas, que aún siendo insuficientes, muestran quienes tenían la razón. Salió a la luz la crisis del sector agropecuario, que incluye a los sectores lecheros, ganaderos, productores empobrecidos desde los 90 y hasta nuestros días, y la ridícula situación de estar hoy con poca producción de trigo en el “granero del mundo”. Esa realidad ya no puede ocultarse, si en las próximas semanas, no se concretan las medidas que se le arrancaron al gobierno, la mecha se volverá a encender en el campo, y lejos de los falsos argumentos, serán otra vez los pequeños productores, quienes tomarán las rutas contra Cristina y contra la concentración de la tierra en pocas manos.

Compañero, compañera, es necesario no dejarse engañar por el kirchnerismo y sus patotas, que tergiversan la realidad y usaron tremendas campañas mediáticas para imponer sus posiciones, sin lograrlo. Los trabajadores y la clase media de la ciudad, tenemos que unirnos a los pobres y sectores medios del campo, en la lucha contra el gobierno y los grandes capitales y terratenientes del país.


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