Ya pasaron años desde el estallido de los viejos partidos políticos en el 2001. Años desde que Kirchner llegó al gobierno sin el respaldo de un PJ abroquelado como en los viejos tiempos y sin que el viera la necesidad de esa herramienta. Años durante los cuales el matrimonio K sacó conclusiones: era necesario reconstruir el PJ y obtener su conducción. Dicen que quieren “volver a enamorar” y que hacen algo nuevo. Nos preguntamos: ¿Qué será?
Fueron semanas de preparativos, alianzas y reuniones. La meta era clara y atrás quedaban los proyectos políticos de la transversalidad, la concertación y la nueva política que fracasaron estrepitosamente. En ese marco, el 7 de marzo, se reunió el Congreso del PJ en Parque Norte. Allí, los congresales reformaron la Carta Orgánica, eligieron las autoridades del Congreso y de la Junta Electoral. También decidieron, a instancias de la propuesta del ex gobernador salteño, Juan Carlos Romero, que no participarán del nuevo proceso aquellos que estén vinculados con violaciones de los derechos humanos; tanto espíritu democrático resultaría admirable si este no proviniera de un personaje funesto que mandó a reprimir brutalmente a los docentes que luchaban por recuperar su dignidad y al que tampoco le importaron las violaciones a los derechos humanos del pasado y del presente.
Reconstrucción sin debate
En la jornada del 7 se dio el primer paso para la normalización del partido y se convocó a elecciones para el 18 de mayo. Con la ausencia de debates, todos los congresales fueron votando, uno a uno, las propuestas a consideración. Sí, leyó bien: sin debate, a la medida de Kirchner, para que no haya disidencias. Cuentan que hubo un “despistado” que levantó la mano y pidió la palabra…lo ignoraron olímpicamente.
Estaban presentes las diferentes facciones internas del justicialismo. Así, sin pudor se reflejó el acuerdo al que llegaron entre el kirchnerismo, el lavagnismo, algunos ex menemistas y los ex duhaldistas.
El encargado de abrir el Congreso fue Antonio Cafiero ya que todos los mandatos estaban vencidos y, en ese caso, la tarea queda delegada en el congresal de más antigüedad. «No podría asumir este rol sin sentir tanta emoción de estar con tantos compañeros que supieron mantener la mística peronista», dijo. Él era el garante del consenso ya que como señaló, «su intervención era para facilitar las deliberaciones» (TELAM 8/03/2008).
Para la elección de las autoridades del Congreso Nacional, Cafiero, le dio la palabra a la diputada Graciela Camaño esposa de Barrionuevo, quien puso a consideración la lista de dirigentes que fue aprobada por unanimidad.
De esta manera, el Congreso Nacional quedó conformado por Insfrán (Formosa) como presidente; y los vicepresidente: primero, Busti (Entre Ríos); segundo, Curto (Buenos Aires); tercero, Schiaretti (Córdoba) y cuarto, Gioja (San Juan). Los nombres reflejan a la vieja política repudiada en las calles desde el 2001 y a quienes pretenden conformar la nueva cara maquillada del PJ. Además integran esta nómina, Eduardo Camaño (Buenos Aires), Romero (Salta), Fadel (Mendoza), Obeid (Santa Fe), Assinelli (Ciudad Autónoma de Buenos Aires), y Peralta (Santa Cruz), entre otros. Básicamente, el «nuevo» PJ está constituido por los peores exponentes de la vieja política.
Además aprobaron la convocatoria a elecciones internas para el próximo 18 de mayo. La fecha tope para la presentar las listas será el 18 de abril. De no haber otra lista, será designado Néstor Kirchner presidente del Consejo Nacional Federal del PJ.
El mismo día en el que se desarrolló el Congreso, Daniel Scioli, consideró que el ex presidente Néstor Kirchner «tiene una visión moderna para un partido abierto al debate». Los que vimos las imágenes del Congreso nunca vimos reflejado el debate que probablemente se dio puertas adentro cuando todos negociaban. Lo cierto es que todo fue votado por consenso y el debate verdadero brilló por su ausencia.
Otro que estuvo presente fue el titular de la CGT Hugo Moyano que hace pocos días fue “premiado” por estar 20 años al frente de la central sindical. Él también estaba “emocionado” por la normalización del partido justicialista mostrando las características del pacto social de Cristina.
Viejos políticos… ¿PJ nuevo?
Luego de un Congreso sin discusiones, quedó conformada la lista de quienes se encargarán de normalizarlo y maquillarlo para que el PJ parezca “nuevo”. Necesitan con urgencia que los millones que dejaron de creer en ellos vuelvan a hacerlo. Creemos que no se puede tener esperanzas en este proyecto con olor a viejo y, por eso, es necesario construir una nueva alternativa de izquierda.
Kirchner logró concretar el circo que pretendía. Ahora el PJ tiene un sistema de conducción con «menos opiniones y más ejecutividad» ya que el Consejo Nacional pasó de tener 120 a poseer 40 miembros. También logró conformar una Mesa Ejecutiva más pequeña en la cual se encuentra.
Aunque antes negó al PJ, los K entendieron que es necesario reflotarlo para intentar, por ese medio, dar pasos para reconstruir un partido hegemónico, dentro del régimen contra el cual se alzaron millones en el 2001. Necesitan un partido sólido alejado de los principios sociales y las conquistas obreras del peronismo del ’45. Esto es lo que se mostró luego del Congreso en Parque Norte donde perfilaron los principios de un partido sin debate al servicio de las multinacionales y los yankis, de los patrones y los ricos. Como dijimos en periódicos anteriores, este nuevo proyecto está “fabricado en Puerto Madero para aplicar el pacto social, mantener precios altos y salarios bajos, patoteando y reprimiendo a los que se oponen.”
Si para ellos era urgente reconstruir su herramienta de opresión, para nosotros también es urgente construir la Nueva Izquierda, que luche y también busque mecanismos democráticos para decidir, combatiendo las políticas que preparan los K con este PJ ordenado.
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