sábado, 24 de mayo de 2008

Nueva ley macrista para el subte

El pasado jueves 15, tras varias demoras, Macri pudo hacer votar su tramposa ley para ampliar la red de subtes. La Ciudad costeará todas las obras para después darle la concesión a un operador privado. Se prevé una deuda pública por 2.500 millones de dólares, que terminaremos pagando los vecinos. Macri usa otra vez al Estado para favorecer a empresas como Metrovías, cuyo servicio es un desastre. Para peor, ahora la Ciudad podrá darle subsidios. La ley macrista la aprobaron todos los bloques, excepto Patricia Walsh y Gerardo Romagnoli. Resumimos algunas de las frases de Patricia en la sesión:

* Tendría que haber mucha atención, porque desgraciadamente -y ojalá no suceda así- en vez de refundar algo hasta podríamos estar hablando de la posibilidad de ‘refundirlo’. Y espero que no sean las cuentas de la Ciudad, porque una cosa es refundar y otra muy distinta es refundir…
Quien habla de un endeudamiento en dólares, parece que no hace las compras, no vive en esta Ciudad, esta semana no leyó los diarios o realmente habita en una galaxia extraplanetaria. Una simple ama de casa nos podría decir: ‘Guarda, miren que es en dólares; a ver cómo está la cuestión para pedir un crédito de esa naturaleza’. Todos los préstamos de la banca internacional son condicionados, tienen condi-cionamientos políticos.

* ¿Recuerdan aquel juego que jugábamos cuando éramos chicos, que decía ‘éste puso un huevito, este lo peló, este le puso sal…’? El Estado puede poner un huevo, lo puede cocinar, lo puede pelar, le puede poner sal y, después, aparece un ‘pícaro gordito’ que se lo come. Y ese ‘pícaro gordito’ es el concesionario…
Nosotros pagamos el 100% de la obra, nos endeudaríamos y luego privatizaríamos. O sea: se concesionaría el servicio y la enorme ganancia la tendría Benito Roggio, a quien entre los subsidios de la Nación y la Ciudad lo estamos volviendo rico y también a sus hijos, nietos y bisnietos. ¡Lo único que falta es que lo aplaudamos cuando se coma este delicioso huevito!

* Es un eufemismo decir que sólo se subsidiaría la tarifa. El propio texto reconoce que la tarifa sirve para cubrir los costos. Lo que el usuario no pague de tarifa, igual lo pagará a través de los susidios, porque salen de los impuestos. Y también todos los vecinos, aunque no viajen en subte. Se trate de tarifa o de subsidio, saldrán del mismo bolsillo: el del pueblo…
La propia empresa Metrovías destaca la importancia de los cuantiosos subsidios estatales que recibe. Leo textualmente de la Memoria de su último balance del ejercicio 2007: ‘Debe destacarse que los aumentos en los costos operativos fueron compensados por el incremento de las sumas percibidas del Estado Nacional en concepto de mayores costos de explotación’.
Metrovías transporta 290 millones de pasajeros pagos al año, lo que representa 260 millones de pesos en pasajes que cobra cash. Por lo tanto, 260 millones en boletos más 270 millones en subsidios suman 530 millones al año. Con esa cifra de ingresos, ¿no les resulta llamativo que, en los últimos años, sus balances en general den pérdida? ¿Por qué sigue operando el subte e incluso toma la Línea H? ¿Por qué no se va? Realmente, se trata de un gran negocio…

* En materia de subterráneos, su cuerpo de delegados es un grupo de personas que tiene una historia encomiable. No estamos hablando de burocracia sindical, sino de delegados de base. Tienen una página web, en donde de hecho podemos enterarnos mejor de por qué no habría que terminar concesionando a Metrovías. Quienes mejor denuncian a esta empresa como peligrosa son precisamente los trabajadores, que además padecen en carne propia las metodologías tan poco democráticas de la empresa de Benito Roggio…
Mi bloque piensa que quienes saben hacer las cosas, quienes realmente pueden conducir, hacerse cargo y planear el funcionamiento del subte son los trabajadores y las trabajadoras.

Pablo Vasco

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