lunes, 12 de mayo de 2008

Triple A, Impulsemos la investigación

Después de 34 años se empiezan a investigar los crímenes de la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina).

Hay dos causas centrales, una en Mendoza donde el juez Raúl Acosta investiga a María Estela Martínez de Perón “Isabelita” y sus ministros, por el secuestro y posterior desaparición de un joven estudiante en febrero de 1976 y por la firma de los decretos de febrero de 1975 que dieron la justificación política para que las Fuerzas Armadas antes del golpe y la dictadura militar después, llevaran adelante el sistema de terrorismo de Estado.
La otra, más importante en cuanto apunta a centralizar la totalidad de los crímenes cometidos por la AAA en todo el país, es la que lleva adelante el juez Norberto Oyarbide.
En esta última causa nos presentamos con los compañeros Vilma Ripoll en representación del MST y los compañeros Mario Doglio y Luis Robles como últimos apoderados del PST. reclamando el enjuiciamiento y castigo de los compañeros asesinados y desaparecidos por la Triple A, que son: Agostini, Lidia; Boussas, Rubén; Claverie, Patricia; Fernández, Inocencio “el Indio”; Frigerio, Hugo; Guzner Lorenzo, Ana María; Loscertales, Roberto “el Laucha”; Lucatti, Oscar; Meza, Oscar Dalmacio; Moses Bechara, Antonio Mario; Nievas , Juan Carlos; Povedano, Carlos “Dicki”; Robles Urquiza, César; Zaldúa, Adriana; Zidda, Mario “el Tano”
La causa de la Triple A, cuyos crímenes fueron declarados por la Cámara Federal de la Capital como de lesa humanidad, lo que significa que no prescriben y que se pueden perseguir contra cualquier persona se encuentre en el lugar del mundo que se encuentre, presenta dificultades particulares con relación a las que involucran a los militares del genocidio.
Los que no quieren que se investigue
Aquí no se juzga a miembros de un grupo que ha dejado el poder como los militares. Aquí se juzga a la dirección tradicional del Partido Justicialista, a la burocracia sindical y, en parte, al gobierno mismo de Perón e Isabelita.
Es una causa, por así decirlo, que tiene muchísima más actualidad y repercusión en lo político que el enjuiciamiento a los genocidas ya despreciados y condenados por la mayor parte de la sociedad y abandonados a su suerte por los grandes grupos económicos y los sectores de poder.
Por eso, aparecen dificultades extras. Esta investigación desnuda el carácter represivo del último gobierno de Perón, luego continuado por su esposa y, además, la complicidad de los partidos del sistema para encubrir esta siniestra etapa de represión contra miles de luchadores, obreros, populares y estudiantiles.
Por ese contenido político, el kirchne-rismo acompañó inicialmente la investigación. Era la época en que Kirchner soñaba con el transversa-lismo y la creación de un movimiento por fuera del PJ. La causa le venía como anillo al dedo. Pero las cosas cambiaron. La transversalidad fracasó y Kirchner se recostó en la estructura tradicional del PJ y la burocracia. Esto se acentuó cuando comenzaron a aparecer las primeras dificultades en el plan económico. Por ese motivo los Kirchner le retiraron todo apoyo a la investigación.
Eso es lo que explica que el diputado nacional hiperkirchnerista Kunkel –uno de los diputados del PJ que se opuso en su momento férreamente a la Triple A- saliera a defender a María Estela Martínez de Perón y que Eduardo Luis Duhalde, actual Secretario de Derechos Humanos de la Nación y ex socio de Rodolfo Ortega Peña, asesinado por la Triple A, sostuviera ante los medios que “la Señora de Perón podía no estar al tanto de las actividades de la Triple A”.
No nos cabe ninguna duda que el gobierno intercedió ante Zapatero para que España no concediera la extradición de “Isabelita”.
A pesar de todo, la investigación sigue avanzando. Se siguen presentando familiares de muchas víctimas y ese avance continúa porque la revolución democrática que exigió el juicio y castigo de los genocidas también comprende a los criminales de la Triple A y, fundamentalmente, porque el esclarecimiento de estos crímenes y la sanción de los asesinos, es una sentida reivindicación del pueblo argentino.
Será la denuncia pública, la movilización y la presión popular lo único que nos permitirá, seguir avanzando en este camino de juicio y castigo contra la impunidad.

Marcelo Parrilli

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