martes, 17 de junio de 2008

El hombre que no para de nacer


Se conmemoraran los 80 años del nacimiento de Ernesto Rafael Guevara, conocido mundialmente como el “Che”. El cual nació en Rosario, Argentina, el 14 de junio de 1928.

Ernesto Guevara se graduó de médico en 1953. Luego de sus conocidos viajes por Argentina y América latina fue conformando su personalidad y decidiéndose a inclinarse por la lucha revolucionaria. Durante la Guerra de liberación nacional en Cuba, que se inició en diciembre de 1956 en la Sierra Maestra, se destacó por su valor y arrojo, por lo que llegó a obtener el grado de comandante. A continuación del triunfo revolucionario, desempeñó distintos cargos, entre los que se subrayan la presidencia del Banco Nacional de Cuba y el de titular del Ministerio de Industrias. Además, representó a Cuba en diferentes eventos internacionales, tales como la Asamblea General de la ONU y la Reunión en Punta del Este, Uruguay, en 1961.

En 1965, se despide de Fidel Castro y del pueblo cubano para ir a otras tierras del mundo a combatir por el triunfo de los oprimidos y contra el imperialismo. Lo hace a través de una carta dirigida a Fidel Castro, en ella dice cosas como estas: “Otras tierras del mundo reclaman el concurso de mis modestos esfuerzos. Yo puedo hacer lo que te está negado por tu responsabilidad al frente de Cuba y llegó la hora de separarnos. Sépase que lo hago con una mezcla de alegría y dolor, aquí dejo lo más puro de mis esperanzas de constructor y lo más querido entre mis seres queridos... y dejo un pueblo que me admitió como un hijo; eso lacera una parte de mi espíritu. En los nuevos campos de batalla llevaré la fe que me inculcaste, el espíritu revolucionario de mi pueblo, la sensación de cumplir con el más sagrado de los deberes; luchar contra el imperialismo dondequiera que esté…” Y para el final de la Carta se leen frases cómo “Digo una vez más que libero a Cuba de cualquier responsabilidad, salvo la que emane de su ejemplo. Que si me llega la hora definitiva bajo otros cielos, mi último pensamiento será para este pueblo y especialmente para ti. (…) … Que no dejo a mis hijos y mi mujer nada material y no me apena: me alegra que así sea. Que no pido nada para ellos pues el Estado les dará lo suficiente para vivir y educarse.”

De noviembre de 1966 a octubre de 1967, dirige el movimiento guerrillero en Bolivia, que había de ser para su visión, el inicio de la lucha por la liberación americana. Capturado el 8 de octubre de 1967 en la Quebrada del Yuro es conducido a la escuelita de La Higuera donde es fusilado ilegalmente el día 9. Sus últimas palabras fueron dirigidas al soldado encargado de fusilarlo: "Párese derecho y apunte bien, va usted a matar a un hombre".

A partir del instante en que se jaló aquel gatillo, Ernesto Guevara no murió, sino por el contrario, comenzó a nacer y renacer constantemente, como símbolo, guía y bandera de diferentes luchas y causas a lo largo y ancho del mundo.

El “Che” además de demostrar en la práctica lo que pensaba y decía, escribió grandes obras como Pasajes de la guerra revolucionaria, La guerra de guerrillas, Mensaje a la Tricontinental, El Socialismo y el hombre en Cuba.

Conjuntamente, dejó enorme cantidad de frases marcadas en la historia, que muestran como pensaba y vivía este prócer de América Latina, por ejemplo, con respecto a su sentimiento latinoamericano decía: “ …me siento patriota de América Latina, de cualquier país de América Latina, en el modo más absoluto, y tal vez, si fuera necesario, estaría dispuesto a dar mi vida por la liberación de cualquier país latinoamericano, sin pedir nada a nadie.”

Identificando claramente al enemigo de los intereses del pueblo el Che indicaba que "...El capitalismo es el genocida más respetado del mundo" a esto agregó en un Discurso en la ONU, en 1964 que “…nuestros ojos libres hoy son capaces de ver lo que ayer nuestra condición de esclavos coloniales nos impedía observar: que la "civilización occidental" esconde bajo su vistosa fachada un cuadro de hienas y chacales.”

Sobre su labor como político Ernesto Guevara pensaba que “...Lo que nosotros tenemos que practicar hoy es la solidaridad. No debemos acercarnos al pueblo a decir: "Aquí estamos. Venimos a darte la caridad de nuestra presencia, a enseñarte con nuestra presencia, a enseñarte con nuestra ciencia, a demostrarte tus errores, tu incultura, tu falta de conocimientos elementales". Debemos ir con afán investigativo, y con espíritu humilde, a aprender en la gran fuente de sabiduría que es el pueblo".

Sobre el rol del individuo en la sociedad afirmaba que “...El individualismo en cuanto tal, como acción aislada de una persona en el ambiente social, debe desaparecer de Cuba. El individualismo debe ser, mañana, la realización completa de las capacidades de todo un individuo en beneficio absoluto de una colectividad. Uno de los objetivos fundamentales del marxismo es eliminar el interés, el factor "interés individual" y el lucro desde las motivaciones psicológicas.”

Y en cuanto al sentir revolucionario, Guevara expresaba “...Sean capaces siempre de sentir, en lo más hondo, cualquier injusticia realizada contra cualquiera, en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda del revolucionario."

A algunas personas, siquiera escuchar su nombre ya los irrita, no pueden soportarlo, otras personas llevan su rostro en remeras u otros objetos sin saber bien por qué, otros lo nombran como ejemplo pero después hacen todo lo contrario a lo que dicen, y otros, como pueden y creen, tratan de continuar su lucha, algunos más, otros menos. Pero en una situación mundial en la cual es el imperialismo el principal protagonista, todo lo que dijo e hizo Guevara cobra relevancia actual e inmediata.

Hoy el imperialismo, ataca descaradamente por el petróleo y el gas, aprieta y ahoga con deudas externas ilegitimas, presiona con sus corsarias empresas multinacionales, impone “recetas” con sus cuervos de lujo: Banco Mundial y FMI, aplica intervenciones políticas, económicas, sociales y culturales en todo el globo destruyendo las diversidades y las soberanías, destina el dinero con el que comerían los 900 millones de pobres del mundo en la fabricación de armas o en la producción de miles de objetos innecesarios para la vida del hombre y que sólo se destina al consumo de las minorías que tienen el poder, además avasalla a los pueblos y gobiernos con la ideología del neoliberalismo y la NO intervención del Estado en la economía, contando para esto con las clases dominantes locales.

De todos modos, el imperialismo no es nada raro, es sólo un nombre que designa una etapa más en la larga historia del sistema capitalista, la globalización es, en realidad más capitalismo y más imperialismo, y aquí en la lejana, remota, y periférica Argentina y Sudamérica, donde alguna vez Guevara gritó por Rosario Central, recorrió con su moto distintos paisajes y observó la explotación al indígena y al asalariado, en esta argentina, pronto el imperialismo vendrá por el agua, el recurso natural por excelencia del futuro inmediato y ya es tarde para asustarse, las bases de EEUU están ubicadas, el Ejercito argentino los deja y colabora, el diario la Nación lo celebra en sus editoriales y a las señoras de recoleta o a las Cecilia Pando no las veo combatiendo contra el imperialismo, con la misma firmeza que empuñaron cacerolas hace poco.

Para las elites y para gran parte de la clase media cuasifascista Argentina, el Che no fue un prócer, sólo mato gente y nada más, y para peor, mató a los poderosos. Por eso, estos sectores siempre acomodados, apoyaron al neoliberalismo de los 90, porque los acercaba más a EEUU, y por eso, a su vez, por contrapartida en los barrios pobres, como hongos después de la lluvia, nacen los “Pocho” Lepratti, los Kostequi y Santillán, en las escuelas los Fuentealba, y por ahí andamos con suerte y en algún olvidado y fracasado estudio de abogados está algún Ortega Peña defendiendo a los obreros, y talvez, la suerte sea nuestra una vez y en algún papel perdido escribe un Rodlfo Walsh, un Osvaldo Bayer, un Paco Urondo, y tantos otros, que son reencarnaciones del Che y de cientos de luchadores populares, y son hoy los grandes héroes anónimos de la nación, claro, que en esta argentina dominada por el “sentido común” de la derecha, los monumentos son para los Roca, las calles para los Alvear y dentro de poco las plazas serán para los Menem y Cavallo, o capaz, quién te dice y la comparten Grondona y Neustad junto con alguno de los genocidas a los que defendieron.

Entre tanta basura, entre tanto egoísmo y opresión, entre tanta riqueza para pocos y tanta pobreza para muchos, el “Che” Guevara se erige como un faro ardiente a los ojos de toda lucha contra la opresión y la explotación que sufre cualquier ser humano, en cualquier rincón del planeta; Que lo sigan criticando nomás, sólo basta ver de quién viene y está todo claro.

Su rostro es hoy mundialmente conocido y a pesar del manoseo y la comercialización que hacen de su imagen los proxenetas de las mercancías, debemos conocer más su ejemplo y su pensamiento, Por eso “Che”, hoy te recordamos en base a tus palabras y tus acciones. NO PARES NUNCA DE NACER.

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