lunes, 9 de junio de 2008

Según el INDEC, la inflación fue del 0,6 por ciento…

¡Cristina, ya no mientas más!

*Como ya dicen los diarios, el INDEC dirá que la inflación de mayo fue del 0,6 por ciento… Sí, leíste bien: 0,6... ¡No tienen vergüenza! ¿A quién se creen que engañan con esa cifra trucha? ¡Ni a un chico de jardín de infantes!
Por eso hay bronca. Tienen bronca los trabajadores privados, que ven cómo la inflación mes a mes se devora los sueldos. Los estatales y docentes, cuyos salarios están aún peor. Los desocupados, con los planes sociales congelados. Los estudiantes, que sufren frío y problemas en sus escuelas y universidades. Los jubilados y pensionados, siempre olvidados. Las amas de casa, que cada vez que salen a hacer las compras se agarran la cabeza… y el bolsillo.
Hay bronca en los barrios humildes, donde se pasa hambre y privaciones. Entre los usuarios del tren, que estallan como en Temper-ley, mientras a Cristina sólo le preocupa el Tren Bala. Y hay bronca entre los profesionales y sectores medios, por supuesto del campo y también de las ciudades. En fin: hay bronca en todo el país. Y no solamente por la inflación, los bajos salarios y el hambre, sino además por las mentiras y la prepotencia de Cristina, Kirchner, los Fernández, D’Elía, Moyano y todo este gobierno.

* Ahora, apenas bajada del avión que la trajo desde Roma, Cristina anunció otros «dos records históricos»… Si allá guitarreó bastante en la cumbre sobre alimentación, lo que dijo ahora en la Casa Rosada ya directamente es una tomada de pelo.
Según la presidenta, el primer «record» es la recaudación impositiva, que en mayo llegó a 24.000 millones. ¿Y cómo no va a subir, si lo único que hace el gobierno es recaudar y a la vez hay inflación? ¡El problema es que esa riqueza no la distribuyen! Además, la propia AFIP reconoció que el principal rubro de aumento fue la recaudación del IVA, que es el impuesto más injusto porque lo paga el pueblo al comprar cualquier producto y encima no lo puede evadir.
El otro «record», según Cristina, es que el trabajo en blanco creció un 7,1 por ciento comparado al año pasado. ¿Quién se lo midió, el INDEC? ¿Y de qué se ufana, si el principal empleador en negro es el propio Estado, a cinco años de gobierno kirchnerista todavía hay un 45 por ciento de trabajo negro y además combatirlo es responsabilidad del gobierno? ¡Cada día inventan un nuevo verso!

* Pero las truchadas del INDEC y los nuevos «re-cords» de Cristina no son las únicas mentiras K. Con el campo, el gobierno mintió y sigue mintiendo. Son Néstor y Cristina los que siguen gobernando para la oligarquía, los pooles de siembra y los grandes pulpos exportadores. Con ellos se concentró y extranjerizó más la tierra. Son ellos los que alentaron la sojización, en perjuicio de otros cultivos y de la carne, para recaudar más. Son ellos los que llevaron al sojero Grobocopatel a Venezuela como «gran empresario nacional». Y es su senador Urquía, del PJ, el dueño de la Aceitera Deheza, gran beneficiario de subsidios y exenciones.
Este gobierno miente al decir que las retenciones son para redistribuir: son para hacer caja ellos, para pagar la deuda externa y comprar gobernadores e intenden-tes. Miente al decir que toma en cuenta a los pequeños productores. Y miente al culpar al conflicto del campo por la inflación. Los principales responsables de la inflación son las grandes empresas formadoras de precios, justamente los amigos del gobierno a los cuales subsidia y deja correr. ¡Si Cristina quisiera, podría bajar ya mismo todos los precios de la canasta familiar un 15 por ciento promedio, anulando el IVA a esos productos básicos! ¡Hay que obligarla!

* Dicho todo esto, con la bronca sola no hacemos nada. ¡Hay que sacarla afuera, reclamando, luchando! Y esa es la única salida que tenemos. Porque ni este gobierno, ni las patronales, ni sus amigos de la burocracia sindical, tienen la voluntad política de cambiar ni de ceder nada.
En primer lugar, esto significa respaldar a los pequeños productores agrarios. Su reclamo es más que legítimo. Es necesario apoyar sus marchas, sus piquetes, sus petitorios y demás iniciativas. Y junto con eso, como el principal problema que nos afecta a todos hoy es la inflación, tenemos que salir a pelear por un aumento salarial y la reapertura de paritarias ya.
Hay que empezar a organizarse cada uno desde su lugar de trabajo, en todos lados, sea estatal o privado. También los estudiantes en cada lugar de estudio y los vecinos en cada barrio. Charlando con los compañeros, haciendo asambleas y resolviendo entre todos qué reclamar y cómo hacerlo. Así, ayudando a que ganen los pequeños productores del campo y saliendo a dar pelea en todo el país, podemos pararle la mano a la inflación, el hambre y el verso del gobierno.

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