Hace 50 años, el 1° de junio                                        de 1958, tras el golpe militar del 13 de                                        mayo, el general De Gaulle llegaba al poder.                                        La IVª República, en plena descomposición,                                        daba paso a la Vª. La burguesía                                        francesa se reagrupaba detrás de                                        un nuevo Bonaparte para poner fin al antiguo                                        colonialismo -mientras preservaba sus intereses,                                        sobre todo en Argelia- y para hacer competitiva                                        su economía haciendo cambios profundos                                        y estructurales, a riesgo de volverse un                                        imperialismo de tercer orden. Para cumplir                                        esas tareas, puso en pie un Estado fuerte.
                                      
                                        
 Ese                                        Estado fuerte se vio confrontado desde el                                        inicio con la resistencia de la clase obrera:
Ese                                        Estado fuerte se vio confrontado desde el                                        inicio con la resistencia de la clase obrera:
                                      * Junio de 1960, concentración en                                        Vincennes con 500 mil participantes contra                                        la Ley Debré, llamada por el Comité                                        Nacional de Acción Laica.
                                      * Febrero de 1962, cientos de miles de manifestantes                                        en los funerales de los muertos de Charonne1                                        .
                                      * Marzo-abril de 1963, paro general de los                                        mineros. Ese paro va a marcar un giro en                                        la situación política, que                                        desembocará en la mayor huelga general                                        de la historia del movimiento obrero francés:                                        mayo-junio de 1968.
                                     
                                      Los antecedentes
                                     
                                      El año ’67 comienza con un                                        paro de 23 días de los obreros de                                        la empresa Rhodiaceta en Lyon. Huelga también                                        en Berliet, donde los CRS2 ocupan la fábrica.                                        El gobierno de George Pompidou logra los                                        superpoderes y decreta sus ordenanzas contra                                        la Seguridad Social en pleno verano. En                                        setiembre empieza la aplicación del                                        plan Fouchet que debe, según declara                                        el rector Capelle, «hacer de la                                        universidad una empresa rentable».                                        En octubre hay verdaderas batallas campales                                        entre los campesinos y la policía                                        en Limoges y Le Mans. El número de                                        días de paro pasa de 2,5 millones                                        en 1964 a 4,5 millones en 1967.
                                      Durante los ’60 fueron suprimidos                                        100 mil empleos en el sector textil, 85                                        mil en las minas de carbón y 45 mil                                        en la siderurgia. A principios de 1968 hay                                        360 mil solicitantes de empleo contra 170                                        mil en 1966 y el número de desocupados                                        aumentó un 64% en la franja de 18                                        a 24 años.
                                      
                                      El estallido
                                     
                                      Ante la agitación que reina en la                                        facultad de Nanterre, cuyos estudiantes                                        pararon contra la reforma Fouchet y marcharon                                        contra la intervención del imperialismo                                        yanqui en Vietnam, el decano Grappin decide                                        cerrarla a fin de abril. Algunos estudiantes                                        son detenidos. La UNEF3 llama a una reunión                                        de apoyo a los estudiantes citados al Consejo                                        de Disciplina y contra el cierre de la facultad                                        de Nanterre, para el 3 de mayo en el patio                                        de la Sorbona. En vísperas de esa                                        reunión, podemos leer en L’Humanité                                        (el diario del Partido Comunista): «Los                                        estudiantes de Nanterre, en su inmensa mayoría,                                        desean trabajar en mejores condiciones y,                                        a pocas semanas de sus exámenes,                                        sus preocupaciones nada tienen que ver con                                        las de los revoltosos.»
                                      El 3 de mayo la policía invade la                                        Sorbona, donde están 400 estudiantes.                                        Los militantes son detenidos y llevados                                        en colectivos. Afuera estalla una manifestación                                        espontánea, al grito de «¡Liberen                                        a nuestros compañeros!»
                                      Se desata la represión, hay un centenar                                        de heridos y 600 detenidos con condenas                                        a prisión. El mismo día, George                                        Marchais, secretario general del PC, escribe                                        en L’Humanité: «Los                                        grupúsculos izquierdistas se agitan                                        en todos los medios… Estos falsos                                        revolucionarios… siguen los intereses                                        del poder gaullista y de los grandes monopolios                                        capitalistas. Se trata, en general, de hijos                                        de grandes burgueses que desprecian a los                                        estudiantes de origen obrero.»                                        La UNEF y el SneSup4 llaman a los estudiantes                                        y docentes universitarios a la huelga general                                        desde el lunes 6 de mayo.
                                      Este día, así como el martes                                        7, miles de jóvenes trabajadores                                        se unen a las marchas estudiantiles. El                                        lunes, 20 mil ocuparán la calle frente                                        a los CRS hasta las 22 horas. El martes,                                        60 mil desfilan burlándose del PC:                                        «¡Somos un grupúsculo!»,                                        desde Denfert-Rochereau hasta el Arco del                                        Triunfo, blandiendo banderas rojas y cantando                                        La Internacional. En la noche del 10 al                                        11, los estudiantes que levantaron barricadas                                        y ocupan el Barrio Latino son salvajemente                                        reprimidos por la policía.
                                      Ante la indignación general, Pompidou                                        tira la toalla demasiado tarde. Los estudiantes                                        presos son liberados y la policía                                        evacúa la Sorbona. Todas las direcciones                                        sindicales, con la CGT al frente, se ven                                        forzadas a llamar a paro y movilización                                        para el lunes 13.
                                     
                                      La oleada
                                     
                                      El 13 de mayo de 1968, un millón                                        de manifestantes atraviesan París.                                        Cantan «¡CRS-SS5 !»,                                        «¡Diez años, ya basta!»,                                        «¡Abajo el Estado policial!»,                                        «¡Abajo De Gaulle!»…                                        y así hasta la noche. Al otro día                                        los obreros de la fábrica Sud-Aviation                                        de Bouguenais, en las afueras de Nantes,                                        se lanzan al paro indeterminado con ocupación.                                        El 15 es el turno de Renault Cléon                                        y los astilleros de Burdeos. El 16 y 17,                                        Renault Billancourt, Renault Flins, Saviem                                        y los astilleros del Atlántico. El                                        18 y 20, los estatales y servicios públicos.                                        El 22, el paro es total en la educación.
                                      Las fábricas, astilleros, oficinas,                                        grandes tiendas, universidades, colegios,                                        toda Francia se cubre de banderas rojas.                                        Hay así 10 millones de huelguistas,                                        tres veces más que en 1936. El país                                        está paralizado y, el gobierno, suspendido                                        en el aire.
                                     
                                      La organización                                        de la huelga
                                     
                                      La huelga es general, pero ninguno de los                                        sindicatos la llamó salvo la Federación                                        de la Educación Nacional a partir                                        del 22 de mayo. Las reivindicaciones comunes                                        al conjunto de los huelguistas son: derogación                                        de las ordenanzas contra la Seguridad Social,                                        la reforma Fouchet de las universidades                                        y la reforma de la capacitación profesional;                                        contra el V° plan, garantía del                                        empleo y las calificaciones; ningún                                        salario inferior a mil francos al mes6 ,                                        semana laboral de horas 40 máximo.
                                      Las fábricas están ocupadas.                                        En Nord-Pas de Calais, la región                                        industrial más antigua de Francia,                                        lo están el 47% de las fábricas,                                        se alcanza el 87,5% en las empresas nacionalizadas                                        y el 70% en la metalurgia. Con la ocupación                                        surge un comité de huelga. El 70%                                        de las fábricas de Nord-Pas de Calais                                        tienen uno, pero sólo el 14% de ellos                                        fue elegido por los obreros en asamblea                                        general: la mayoría de las veces                                        el comité de huelga está compuesto                                        exclusivamente por los delegados sindicales                                        de la empresa.
                                      George Séguy, secretario general                                        de la CGT -que tiene entonces 2,5 millones                                        de afiliados- y miembro del Buró                                        Político del PC -que tiene entonces                                        200 mil afiliados-, le responde el 17 de                                        mayo a un oyente al aire por la radio Europa                                        1: «Usted propone organizar todos                                        los comités de huelga en forma nacional.                                        Pues bien, creo que las propias confederaciones                                        pueden tomar a cargo las tareas que les                                        incumben».
                                      Está todo dicho en esa frase del                                        dirigente stalinista. Mientras el país                                        comienza a entrar en una situación                                        de doble poder, hay que aislar a los huelguistas                                        en sus fábricas y oficinas, dividir                                        la huelga general en múltiples paros,                                        impedir su centralización en un comité                                        central nacional de huelga y, sobre todo,                                        mantener la dirección en manos de                                        los burócratas sindicales que van                                        a negociar su disgregación.
                                     
                                      “¡No                                        firmen!”
                                     
                                      El diario patronal Les Echos refleja en                                        pocas palabras las inquietudes de la burguesía                                        y resume con lucidez la situación:                                        «Todo el problema para las cúpulas                                        sindicales que ‘se suben al tren’                                        en marcha es saber si podrán seguir                                        desempeñando el papel de guardafrenos                                        mucho tiempo.»
                                      El 25 y 26 de mayo, fin de semana, todos                                        los dirigentes sindicales se fueron a Grenelle                                        a negociar con los representantes de la                                        patronal y con el primer ministro Pompidou,                                        quien anunciará el contenido de los                                        acuerdos: aumento salarial del 6% y del                                        35% para el salario mínimo, eso es                                        lo esencial. Estamos lejos, muy lejos de                                        las reivindicaciones de la huelga general.
                                      A partir de ahí, intentan hacerle                                        tragar el sapo a los huelguistas. Séguy                                        elige la planta de Renault Billancourt,                                        feudo de la CGT, con 30 mil obreros. Subido                                        a una pasarela, que domina la masa de la                                        asamblea general, anuncia los resultados                                        de la «negociación».                                        Y ese lunes 27, un inmenso clamor sube desde                                        abajo y lo golpea como una bofetada:                                        «¡No firme!»
                                      La huelga general se intensifica, el poder                                        de la burguesía y el Estado vacilan.
                                     
                                      La disgregación
                                     
                                      El 29 de mayo, mientras 500 mil manifestantes                                        cruzan París al llamado de la CGT                                        y cantan «gobierno popular»,                                        el general De Gaulle «desaparece».                                        Fue a encontrar al general Massu a Baden-Baden,                                        donde reside el estado mayor del ejército                                        francés en Alemania. El 30 de mayo                                        pronuncia un discurso televisado en el cual                                        anuncia la disolución de la Cámara                                        de Diputados y nuevas elecciones apenas                                        termine la huelga general. Todos los partidos                                        políticos, desde el PC pasando por                                        el SFIO7 y hasta el PSU8 , se lanzan a esta                                        «apertura» mientras                                        los burócratas sindicales van a organizar,                                        con mucha dificultad, la levantada.
                                      El 6 y 7 de junio, la fábrica de                                        Renault-Flins es invadida por cuatro mil                                        CRS y Gilles Tautin, un joven secundario,                                        es ahogado en el río Sena. El 10                                        y 11 la fábrica Peugeot en Sochaux,                                        de 30 mil obreros, es a su vez invadida                                        por los CRS y Pierre Baylot, obrero automotriz,                                        es asesinado de bala.
                                      El 13 de junio, el gobierno publica un decreto                                        sobre la disolución de las organizaciones                                        maoístas y trotskistas, y amnistía                                        a 50 fascistas encarcelados al fin de la                                        guerra de Argelia.
                                      La huelga general es traicionada. Pero la                                        clase obrera y la juventud no dijeron su                                        última palabra. Y en abril de 1969,                                        el fundador de la Vª República,                                        el general De Gaulle, será echado                                        por un NO resonante en el referéndum                                        que él mismo había convocado.                                      
1                                        En febrero de 1962, una marcha del PC por                                        la paz en Argelia es salvajemente reprimida                                        por la policía, que mata a ocho participantes                                        en la estación de subte Charonne.
                                      2 Compañías Republicanas de                                        Seguridad, principal fuerza “antidisturbios”.
                                      3 Unión Nacional de Estudiantes de                                        Francia.
                                      4 Sindicato nacional de docentes universitarios.
                                      5 Por las SS nazis.
                                      6 Unos 750 pesos argentinos de hoy.
                                      7 Antecesor del Partido Socialista, socialdemócrata.
                                      8 Partido Socialista Unificado, de izquierda.                                         
La Commune, organización hermana del MST
 
 
 
 
 Entradas
Entradas
 
 




No hay comentarios:
Publicar un comentario