viernes, 12 de septiembre de 2008

Ni un peso al Club de París y al FMI

Mediante un decreto, Cristina decidió cancelar por adelantado la deuda con el Club de París. La aplaudieron sus amigos, los banqueros, industriales y ejecutivos de las principales multinacionales instaladas en el país. El Club de París es un foro de acreedores oficiales y países deudores. De los 19 países ricos que integran el Club, seis de ellos -Alemania, Japón, Italia, España, Holanda y Estados Unidos- concentran el 87% de la deuda externa.
El pago es de casi 7.000 millones de dólares y representa el 14% de las reservas argentinas. Así el gobierno K se convirtió en uno de los que más deuda pagó: ya se desembolsaron 17.421 millones de dólares al FMI, 2.898 al BID y 5.024 al Banco Mundial. Una cifra cercana a la mitad de la deuda fue contraída por la dictadura militar, por lo cual tiene características de fraudulenta y hasta inmoral. Sin embargo, para Cristina, al mando del autodenominado gobierno de los derechos humanos, “esta deuda debe ser una de las más genuinas”.

Las mentiras kirchneristas están a la orden del día. Decían que el aumento a las retenciones móviles era para destinarlo al país. Mentira. Querían sumar a la caja para pagar la deuda. Dicen que con el pago ganamos en independencia. Mentira. Se van a seguir endeudando para cumplir compromisos en el 2009 y ya comenzaron las presiones para resolver la situación de los holdouts (acreedores que se quedaron fuera de la negociación del 2005), a quienes el gobierno deberá pagar con los mismos intereses que a quienes ya arreglaron, pese a haber dicho que no lo haría. Dicen que pagarán en efectivo para rechazar el testeo de la economía local por parte del FMI, como exige el Club de Paris para otorgar un nuevo plan de refinanciamiento. Mentira. Mientras Argentina sea miembro del Fondo, seguirá sometida a sus controles. Por eso el gobierno estadounidense ya afirmó: “Esperamos trabajar con el gobierno de la Argentina a medida que normaliza sus relaciones financieras con todos los acreedores externos”.
¿Por qué pagan? Porque los K son sirvientes del imperialismo y sus organismos de usura. También para apuntalar sus movimientos políticos nacionales e internacionales. Con el pago por adelantado aspiran a revitalizar el proyecto del Tren Bala, que está congelado porque el alza del riesgo país elevó el costo del crédito acordado con un banco francés. El pago también apunta a dar un mensaje de la voluntad argentina de reincorporarse plenamente a los mecanismos financieros internacionales y tomar alguna distancia de Venezuela, un país independiente del imperialismo. Como declaró un funcionario, "el pago nos aleja de las ayudas y del financiamiento externo de Venezuela, que es visto como enemigo de las superpotencias".

El pago de la deuda al FMI no nos benefició en nada. Tampoco nos favorecerá el pago al Club de París. No hay que pagar la deuda externa y hay que romper con los organismos internacionales usurarios. Es el primer paso indispensable para distribuir la riqueza y eliminar la tremenda brecha económica existente entre ricos y pobres. Para el dinero público hay destinos mejores. Por ejemplo, si se le otorgara a los 800 mil docentes de todo el país un aumento de 700 pesos, se les podría pagar ese sueldo durante más de tres años. También se podrían resolver los problemas básicos de los 10 millones de pobres que hay en el país, mejorar la red ferroviaria para no viajar como ganado en el Sarmiento y otras medidas. Este es el camino para cubrir las necesidades acuciantes de los de abajo. Sometidos, no habrá una Argentina con independencia económica, soberanía política y justicia social.

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