sábado, 30 de agosto de 2008

¿A dónde va la Federación Agraria?

La FAA como SRA compartimos hoy un papel de subordinados, aunque en distintas escalas, frente a los agronegocios, que hace que muchas diferencias se borren (hoy ambos tenemos vacas o sembramos soja y maíz). Décadas atrás, el campo estaba más estratificado de acuerdo a sus producciones; hoy es más universal en lo productivo. Aunque cambien las escalas, antes los estancieros eran criadores e invernadores (SRA), depende del lugar geográfico en que se ubicara el campo. Y en la FAA, éramos fundamentalmente agricultores (chacareros). Hoy, donde se puede sembrar, se siembra; y siembran todos, grandes y chicos. Y los ganaderos, grandes y chicos, fueron desplazados a zonas marginales. Hoy a todos nos esquilman las empresas monopólicas de los agronegocios y los frigoríficos que gozan de una posición dominante, amparadas por la política neoliberal del kirchnerismo en materia agropecuaria, que siempre termina laudando y subsidiando a los grandes grupos intermediarios concentrados e integrados verticalmente en contra de los productores.
La FAA no es una ONG, ni un partido político, ni un grupo de reflexión rural, ni un centro de estudios: es una organización gremial agraria creada hace 96 años para discutir el acceso a la tierra y la renta agraria en favor de los pequeños y medianos productores. Eso representamos, ese es nuestro mandato histórico y estatutario, para eso nos eligen los compañeros, y ese es y será nuestro compromiso, el que ejerceremos en el marco de la democracia y el respeto a los derechos humanos, con los que tenemos un vinculo indisoluble.
Fuimos, somos y seremos firmes partidarios de las regulaciones estatales (a favor de democratizar la renta, no en concentrarla en amigos y monopolios), para que el que más tiene, más pague. Por eso nuestra defensa, difusión y lucha por políticas públicas que segmenten en materia agropecuaria.
Nuestra presencia en la Rural no debe ser tomada más que como una anécdota, producto de nuestro compromiso con la Comisión de Enlace. Esto merece una breve reflexión. Esta es una construcción absolutamente táctica para conducir el conflicto (que aún no terminó) fruto de un pedido casi unánime de la mayoría de nuestros productores, y no es parte de nuestra estrategia gremial a mediano y largo plazo. La mayoría de los socios de FAA no ve hoy a la Rural como una amenaza, sí a los pooles de siembra o a los megaproductores (muchos con residencia en el interior de nuestros pueblos y casi desconocidos para la mayoría de los investigadores) que les sacan los campos en arriendo. Miguens no es ni representa lo mismo que Grobocopatel. Por eso es importante descubrir la nueva realidad del “interior profundo” del “campo argentino”. Hay que estar muy atentos y tener en cuenta: cuando cambia la realidad también deben cambiar quienes intentan transformarla y sus instrumentos gremiales. Si no, nos transformamos en “un coro de nostálgicos” que recitamos un discurso a un público que ya no existe, y el instrumento gremial deja de tener razón de ser ni tiene mandato histórico que cumplir.
Varios movimientos campesinos integrados fundamentalmente por intelectuales urbanos con residencia en las grandes ciudades, dicen que los pequeños productores no siembran soja o no existen en la pampa húmeda. O si algún socio de la FAA siembra en alguna provincia extrapampeana, acusan a la FAA de ser responsable de los desmontes o la sojización u otra calamidad aledaña. Sembrar soja no es un delito, son más de 60 mil los pequeños productores que lo hacen y está muy bien que lo hagan. Y luchamos para que les vaya mejor. Lo que está mal y es responsabilidad exclusiva y excluyente del Estado nacional, no de la FAA, es evitar controlar y condenar los desmontes, el monocultivo, los desalojos, los latifundios, las migraciones rurales, la rotación de cultivos.
Nuestro deber y nuestro destino como FAA está indisolublemente ligado a los pequeños y medianos chacareros y a la “agricultura con agricultores”. Mientras ésta exista, nuestro rol será luchar por que sobreviva. Jamás vamos a permitir que nuestra institución se convierta en un museo de lo que fue la agricultura con rostro humano en la Argentina. Esa es la discusión de fondo en todo este conflicto agrario y es en lo que la FAA no va a transigir nunca: la agricultura, o se hace con chacareros, o se hace con empresas agroindustriales. Es una decisión que el conjunto de la sociedad argentina deberá resolver, determinando hacia dónde vamos. La FAA sabe muy bien hacia dónde va y lo que tiene resolver. Hoy al igual que 96 años atrás nuestra lucha es porque el campo argentino lo siembren los chacareros y no los pooles de siembra.

Pedro Peretti,
Secretario de Relaciones
Internacionales de la FAA

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