lunes, 18 de agosto de 2008

¡No al tarifazo!

A través de Julio De Vido, Cristina autorizó el aumento de tarifas de electricidad con subas de entre un 10 y un 30% según las cantidades consumidas. Y están hablando de la necesidad de aumentar el gas, los boletos de trenes, colectivos y subtes. Se trata de un verdadero ajuste a nuestros bolsillos.
Dicen que los aumentos escalonados son para atender las distintas realidades sociales, que las subas están justificadas por el congelamiento de seis años y que aún son insuficientes, ya que deberían compensar la inflación interna de costos y el aumento de los precios internacionales de los combustibles. Son unos caraduras.
En función de los deficitarios servicios que prestan, del incumplimiento de las tarifas sociales, de la falta de inversión en nuevas obras y de las ganancias acumuladas; las tarifas, lejos de aumentar, deberían bajar y congelarse.
La verdad es que el ajuste no contempla la diferencia de ingresos por hogar y no hay justificación de incremento alguna para las empresas que reciben (y lo seguirán haciendo) subsidios estatales, 6.000 millones este año, por ejemplo, en el caso de la electricidad. Es hora de terminar con los subsidios y reestatizar las empresas de servicios públicos bajo control de los trabajadores y usuarios, como una de las primeras medidas de aplicación de un nuevo modelo económico y político.
El tarifazo es un nuevo ataque al bolsillo de los trabajadores y el pueblo, fundamentalmente de los más pobres. La inflación sacude con dureza, nada más elejado de la realidad que el 0,4% que inventó el gobierno. Comprar alimentos es una tarea familiar casi imposible de cumplir y, con los salarios tan despreciados, pretenden que la población siga pagando la crisis. Deberían aumentar los salarios, las asignaciones familiares, las jubilaciones, las pensiones y los planes sociales, en forma generalizada, hasta cubrir las necesidades básicas de las familias obreras y populares.
Refiriéndose a los trenes y las tarifas, la presidenta dijo: "El Estado está haciendo una gran inversión para recuperar el sistema ferroviario desvastado". "No es fácil mejorar los trenes con tarifas tan bajas como las actuales". Vos que viajás todos los días en tren sabés que la realidad esa otra. Por eso no le podemos creer que el Estado no sacará "un solo centavo del presupuesto para el tren bala". El supuesto "gobierno popular" brilla por su ausencia.
Los Kirchner fabricaron un abultado déficit de caja por mentir sobre los números del superávit, por vaciar la billetera en obras electorales para intendentes y gobernadores amigotes, por regalar subsidios, por salvar a los españoles en el fraude de Aerolineas Argentinas, por pagar la deuda externa al FMI y al Club de París. La población no debe pagar los platos rotos. Si hay que ajustar el cinturón, que se lo aprieten a los bancos y usureros internacionales, a las grandes patronales de la producción y la exportación, a las hipercadenas comerciales, a los ricos, a los especuladores, a los pooles de siembra y a la oligarquía terrateniente, todos amigotes de los Kirchner que se vienron favorecidos por su gestión.

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